jueves, marzo 28, 2013

18 años


Llevamos tanto esperando, que casi me parece mentira que realmente vaya a suceder hoy.
18 años!!!!!!!!!!!!!!!!
Cuantas ganas tenías de ser mayor, de ser libre, de poder decidir...
Cuantas bromas sobre que cumplir dieciocho, en lo único que te cambia la vida, es que ya te pueden llevar a la cárcel.
Pero así, sin más, hoy cuando te levantes para la sociedad ya serás una persona “adulta” con capacidad para decidir sobre tu vida.
Y para mí, eres tan pequeña!!!!!!!!!!!!!!!
He pensado mucho estos días, en todo este tiempo que se nos queda atrás y que voy a echar mucho más de menos cuando el curso que viene,  si te vas fuera, se quede tu habitación vacía.
Y me han venido a la mente tus pelillos rubios de niña traviesa que ya apuntaba ese sexto sentido que siempre has tenido para engatusar.
Tus preguntas continuas ¿mamá a que soy guapa? Y yo siempre te contestaba (como hará cada madre, supongo) ¡¡¡la más guapa del mundo!!!

Estas últimas noches al acostarme he agradecido que fueseis tan tardonas en aprender a dormiros solas, porque me habéis regalado infinidad de conversaciones divertidas y profundas, como nuestras eternas charlas sobre la muerte y el más allá, sobre la fe, sobre tantas y tantas preguntas que no os cansabais de hacer, o esos cuentos que me inventaba una noche y que pedíais con insistencia que volviera a recordar y que nos hacían acabar riendo a carcajada limpia.

Me parece mentira haber dejado ya atrás esos años volcánicos de tu adolescencia, donde nos hemos paseado en una eterna montaña rusa en la que muchas veces me has dicho que eres como yo, casi siempre como medio para defenderte de mis regaños, pero ni te imaginas lo orgullosa que yo me sentía de que te identificaras conmigo, aunque fuera en los malos momentos.
Me emociona cuando ahora vuelves a meterte en la cama conmigo y conversamos como dos amigas que cotillean de cosas “privadas”.
Me emociona saber que me necesitas, a pesar de desear con todas mis fuerzas que nunca me necesites.
Me emociona poder sacar una sonrisa de ti en los momentos tristes en los que no dejas que nadie entre en tu territorio.
Me emociona pensar que he sido capaz de regalarte al mundo y solo espero que el mundo sepa agradecérmelo ayudándote a encontrar la llave de la felicidad.

domingo, marzo 17, 2013

Búsqueda de información


Me gusta el silencio que hay cuando acaba la mañana y me quedo sola en el aula ordenando y recogiendo. La calma después de cinco intensas horas de trabajo.
A veces me siento un poco y miro el aula vacía y noto el cansancio físico, junto con la alegría de ver cómo aprenden poco a poco, de cómo sus interese aumentan.
También hay días en que al cansancio se une la tristeza, culpa la mayoría de las veces de mi impaciencia porque aprendan lo que yo quiero que aprendan y porque no he sabido ver lo que ellos aprenden a pesar de mis premuras.
El viernes me fui contenta a casa, muy contenta, porque voy viendo su autonomía y su capacidad de trabajo en grupo, crecer de manera asombrosa.
La actividad motivo de "esa alegría" consistía en ampliar información para nuestro proyecto actual "el huerto".
Era en grupos de cuatro (que son muchos para que alguien se pierda por el camino) pero en este caso, no fue así.
En cada uno de los grupos había niñas y niños que saben leer de manera convencional, junto con quienes aún no son capaces de decodificar.
Cada grupo debía de ampliar uno de los apartados de lo “que ya sabíamos” sobre las plantas.
En nuestro inicio del proyecto y después de recoger todo lo que sabíamos decidimos que podíamos agruparlo en cuatro apartados diferentes:
  • Cómo son las plantas.
  • Cómo crecen.
  • Qué necesitan.
  • Para qué sirven.
También cada grupo tenía tres o cuatro monográficos sobre plantas, ecología, espacios naturales..., en los que debían buscar información que les permitiese ampliar su tema.
Buscamos en los índices para decidir dónde podíamos encontrar algo que nos sirviera, también cambiamos libros de un grupo a otro cuando encontrábamos información que pudiera servirles a los demás, leyeron las páginas seleccionadas y unas veces entendieron más y otras menos.
Al final, además de añadir la información en su hoja correspondiente, la presentaron al resto del grupo en una puesta en común.
Me entusiasmo verlos trabajar, atentos los que aún no leen del todo bien a lo que sus compañeras o compañeros les leían, interpretando “a su manera” y contando al resto sus averiguaciones.
Mientras los escuchaba iba pensando en las estrategias de lectura de las que han podido disfrutar quienes aún no leen de forma convencional y que representan aprendizajes muy importantes que a veces les negamos por dedicar más tiempo empeñados en que balbuceen frases sin sentido.
Han aprendido:
  • Qué es un “índice”,
  • para que sirve,
  • también que a veces le sustituye la palabra “sumario”,
  • que en los libros de conocimiento, cuando buscamos información no es necesario leerlo todo ni empezar por el principio,
  • han manejado vocabulario a veces complejo y sin que se lo empequeñezca nadie para que lo entiendan.
  • a seleccionar información relevante, relacionada con una búsqueda previa,
  • a contar a los demás lo que han encontrado
  • a interactuar con un grupo
  • a tomar decisiones conjuntas

Es de esas actividades donde el producto es lo menos importante, hay incluso interpretaciones erróneas, pero no importa, ya tendremos ocasión de “darnos cuenta”, para eso habrá que hacer otras cosas y de todos modos nos queda toda la vida por aprender.

Fue una mañana en la que acabar cansada mereció la pena, como también mereció la pena el esfuerzo de trasladar libros sobre plantas de mi biblioteca de casa, de "perder una tarde" desplazándome a la biblioteca de la Chanca para pedir libros prestados y cargar con el peso hasta casa y de casa al cole.
Todo eso, porque en la biblioteca de mi centro no existe ese material necesario y no parece que a nadie le interese que eso exista algún día.
Bueno eso, mejor no lo pienso mucho porque entonces...
Os dejo con un vídeo de las personillas más grandes del mundo



jueves, marzo 07, 2013

Hipótesis y experimentos



Nuestro huerto crece, a la vez que aprendemos sobre las plantas y como cultivarlas.
Ahora estamos en la fase de pasar los plantones a lo que va a ser nuestro “huerto escolar urbano”.
Cuando hemos ido a trasplantar, nos hemos dado cuenta de que las plantas al crecer se inclinaban todas hacia un lado y todas hacia el mismo.
Así que le pregunte a mis investigadoras e investigadores porque creían que todas se “torcían hacia el mismo lado” y estas fueron las respuestas:
.- Se están secando,
.- Les falta agua.
.- se van a “pudrir”
.- Van buscando el agua.
Todos las razones que daban apuntaban a relacionar “el suceso” con la falta de agua.
Para reforzar sus hipótesis, casualmente habíamos dejado un envase con agua el el lado hacia el que giraban, así que todo el grupo veía claro que esa podía ser la razón y no fueron capaces de aportar otra.
Así que les planteé que íbamos a hacer un experimento para ver si estaban en lo cierto:
.- Por un lado regamos un grupo de plantas y otro no, para comprobar si al tener agua suficiente crecían rectas hacia arriba.
.- Por otro lado, por si la hipótesis adecuada era que iban buscando el agua del envase, lo cambiamos de lugar y lo pusimos justo al lado contrario.
Hemos podido comprobar que nuestras hipótesis eran falsas y que a pesar de los cambios producidos, todas nuestras plantas siguen un poco inclinadas hacia el mismo sitio.
Pues habrá que buscar otras razones, les dije y después de pensar un rato, escuchamos una “vocecilla” (la de Carmen) que decía que iban buscando la luz de la ventana.
Así que renovamos nuestro experimento, les dimos la vuelta a todas para ver si cambian la dirección de nuevo hacia la ventana y a unas pocas nos las llevamos a un rincón lejano y más oscuro, también giradas hacia donde no hay luz y esperamos a ver los resultados...
Dos días después hemos podido comprobar que cambiaban de rumbo y se inclinaban hacia la luz de la ventana.
.- ¡Ha ganado mi experimento! ¡ha ganado mi experimento! Gritaba entusiasmada Carmen, y los demás miraban entre sorprendidos y divertidos con el nuevo descubrimiento.
De repente pensé que algo así debió sentir Newton cuando aquello de la manzana.