En la mayoría de nuestros colegios alrededor de estas fechas celebramos el día de los difuntos, toda una celebración tradicional que en cada zona tiene unas características que lo definen como propio.
En nuestros colegios cada vez más nos invade por estas fechas la celebración de Halloween y las costumbres anglosajonas en torno a esta festividad.
Sin embargo, en nuestros recuerdos más lejanos en el tiempo, una de las actividades de esas noches (que recordamos también más frías) era el escuchar de nuestros mayores historias terroríficas relacionadas con muertos que volvían a la vida por unas horas o fenómenos extraños e inexplicables que sucedían en esa noche y que podían llevar a algunas personas incluso a la locura.
Noches alrededor del fuego, en las que las castañas y los boniatos asados en las ascuas calmaban el hambre y la ansiedad que la escucha de esas historias nos provocaban.
En un intento por recuperar historias, las de nuestra infancia y las de nuestra literatura, nace esta actividad en el colegio:
Las primeras maestras que yo vi organizar esa actividad y de las que nosotras nos "copiamos" fueron Marisa Zapata y Mª Jesús García Escarabajal, maestras del CEIP 28 de febrero y CEIP El Puche respectivamente.
Después, se ha extendido enormemente por nuestra zona y en la actualidad es muy común encontrar en nuestros centros este proyecto tan interesante.
Lo mejor de esta propagación silenciosa es que ha ido cobrando multitud de variantes y son muchas las actividades que en torno a ella han crecido.
Esta semana he tenido la suerte de acudir a dos centros que la han realizado, el CEIP Francisco de Goya de Almería y el CEIP La Romanilla de Roquetas de Mar.
"Cuentos de Miedo,
a la Luz de las Velas"
Es un intento de recuperar nuestra tradición de contar historias de miedo en estas fechas junto con el deseo de conseguir en nuestras niñas y nuestros niños que se acerquen a la biblioteca y vean en ella una vez más un lugar mágico en el que pueden encontrar las más profundas emociones y aventuras.
Durante varios días todas las clases del centro pasan por la biblioteca para escuchar historias de miedo.
En unas ocasiones las cuentan las maestras y los maestros y en otras son las madres o los padres los que se convierten en fantásticos narradores de historias.
Pero para escuchar esos relatos, la biblioteca se prepara con antelación para que se convierta en un lugar mágico y tenebroso.
Se oscurece totalmente y la luz de unas pocas velas, que permiten la lectura a quien relata la historia, nos dejan una visión lúgubre y siniestra de la decoración en la que previamente también han participado las niñas y niños: fantasmas, esqueletos, murciélagos y ataúdes decoran las paredes y cuelgan del techo de forma misteriosa.
Un rincón se ha habilitado en el que se recogen todos los libros de miedo que pueden encontrar cuando vayan a solicitar un préstamo.
Las criaturas acuden allí con un nerviosismo mezcla de profunda diversión y un poco de miedo, van más juntos y se ríen, se ríen mucho, se dan las manos, se abrazan y se ríen, se ríen mucho.
Escuchan con los ojos tremendamente abiertos, con las caras expectantes. En los momentos más aterradores de las historias se contagian de gritos que acaban en una divertida algarabía.
La selección de las historias es una de las mejores partes de este proyecto, para los pequeños una mezcla de miedo que se resuelve con un final feliz lleno de mimos o de risas o de valentía del personaje, para los mayores un poco más atrevido y con un cierto suspense en el aire .
En una ocasión con el alumnado de sexto trabajamos las leyendas de Bécquer, con un éxito rotundo. Éxito porque después son libros que se llevan a casa en préstamo una gran mayoría de quienes lo han escuchado.
En algunas aulas aquí acaba la historia, pero en otras ni acaba aquí, ni tan siquiera aquí comienza y preparan toda una secuencia didáctica en torno a las historias de miedo:
Es una actividad que engancha y que una vez que se hace resulta muy raro que no se repita, gusta a todos y como no, también a las madres y a los padres que en el CEIP Torrequebrada de Aguadulce desde hace unos años se encargan de organizarla totalmente de manera que son las familias las que leen en la biblioteca a sus criaturas.
Acabo con una frase de la guía de lectura de la Asociación Germán Sánchez Ruipérez:
En nuestros colegios cada vez más nos invade por estas fechas la celebración de Halloween y las costumbres anglosajonas en torno a esta festividad.
Sin embargo, en nuestros recuerdos más lejanos en el tiempo, una de las actividades de esas noches (que recordamos también más frías) era el escuchar de nuestros mayores historias terroríficas relacionadas con muertos que volvían a la vida por unas horas o fenómenos extraños e inexplicables que sucedían en esa noche y que podían llevar a algunas personas incluso a la locura.
Noches alrededor del fuego, en las que las castañas y los boniatos asados en las ascuas calmaban el hambre y la ansiedad que la escucha de esas historias nos provocaban.
En un intento por recuperar historias, las de nuestra infancia y las de nuestra literatura, nace esta actividad en el colegio:
Las primeras maestras que yo vi organizar esa actividad y de las que nosotras nos "copiamos" fueron Marisa Zapata y Mª Jesús García Escarabajal, maestras del CEIP 28 de febrero y CEIP El Puche respectivamente.
Después, se ha extendido enormemente por nuestra zona y en la actualidad es muy común encontrar en nuestros centros este proyecto tan interesante.
Lo mejor de esta propagación silenciosa es que ha ido cobrando multitud de variantes y son muchas las actividades que en torno a ella han crecido.
Esta semana he tenido la suerte de acudir a dos centros que la han realizado, el CEIP Francisco de Goya de Almería y el CEIP La Romanilla de Roquetas de Mar.
"Cuentos de Miedo,
a la Luz de las Velas"
Es un intento de recuperar nuestra tradición de contar historias de miedo en estas fechas junto con el deseo de conseguir en nuestras niñas y nuestros niños que se acerquen a la biblioteca y vean en ella una vez más un lugar mágico en el que pueden encontrar las más profundas emociones y aventuras.
Durante varios días todas las clases del centro pasan por la biblioteca para escuchar historias de miedo.
En unas ocasiones las cuentan las maestras y los maestros y en otras son las madres o los padres los que se convierten en fantásticos narradores de historias.
Pero para escuchar esos relatos, la biblioteca se prepara con antelación para que se convierta en un lugar mágico y tenebroso.
Se oscurece totalmente y la luz de unas pocas velas, que permiten la lectura a quien relata la historia, nos dejan una visión lúgubre y siniestra de la decoración en la que previamente también han participado las niñas y niños: fantasmas, esqueletos, murciélagos y ataúdes decoran las paredes y cuelgan del techo de forma misteriosa.
Un rincón se ha habilitado en el que se recogen todos los libros de miedo que pueden encontrar cuando vayan a solicitar un préstamo.
Las criaturas acuden allí con un nerviosismo mezcla de profunda diversión y un poco de miedo, van más juntos y se ríen, se ríen mucho, se dan las manos, se abrazan y se ríen, se ríen mucho.
Escuchan con los ojos tremendamente abiertos, con las caras expectantes. En los momentos más aterradores de las historias se contagian de gritos que acaban en una divertida algarabía.
La selección de las historias es una de las mejores partes de este proyecto, para los pequeños una mezcla de miedo que se resuelve con un final feliz lleno de mimos o de risas o de valentía del personaje, para los mayores un poco más atrevido y con un cierto suspense en el aire .
En una ocasión con el alumnado de sexto trabajamos las leyendas de Bécquer, con un éxito rotundo. Éxito porque después son libros que se llevan a casa en préstamo una gran mayoría de quienes lo han escuchado.
En algunas aulas aquí acaba la historia, pero en otras ni acaba aquí, ni tan siquiera aquí comienza y preparan toda una secuencia didáctica en torno a las historias de miedo:
- Listado de títulos.
- Lectura de libros, de los mejores modelos de este género.
- Análisis de las propiedades de este tipo de texto: personajes, comienzos, finales, fórmulas que ayudan a hacer que un relato sea de terror, ilustraciones...
- Escritura de relatos de terror, colectivas, individuales, en parejas...
- Escritura de fórmulas mágicas, de pócimas, de ungüentos...
- ...
Es una actividad que engancha y que una vez que se hace resulta muy raro que no se repita, gusta a todos y como no, también a las madres y a los padres que en el CEIP Torrequebrada de Aguadulce desde hace unos años se encargan de organizarla totalmente de manera que son las familias las que leen en la biblioteca a sus criaturas.
Acabo con una frase de la guía de lectura de la Asociación Germán Sánchez Ruipérez:
"NO ES VALIENTE QUIEN NO TIENE MIEDO,
SINO EL QUE TENIÉNDOLO SIGUE ADELANTE"
SINO EL QUE TENIÉNDOLO SIGUE ADELANTE"
Interesante entrada. En nuestro cole estamos preparando la semana de la letras entorno el tema de el miedo. Alguna idea me vendrá bien.
ResponderEliminarUn saludo
Me alegro de que te guste, en realidad es una actividad muy motivadora y a la que se le puede sacar mucho jugo educativo.
ResponderEliminarAdemás nda pie para abordar un tema tan importante a veces en edades tempranas como es el de los miedos.