Emocionarse con el trabajo es un lujo al alcance de algunos privilegiados. Yo vivo rodeada de personas que tienen esa suerte, soy muy afortunada.
Algunas de estas personas no las tengo físicamente cerca como es el caso de Myriam Nemirovsky, pero estos dos últimos días hemos pasado dos entrañables días compartiendo experiencias formativas con ella.
Myriam es la mujer que cambió mi vida profesional, con ella aprendí a ser maestra, hasta entonces solo tenía un título y buena voluntad.
De ella me admiran multitud de cosas pero la primera es su modo de hablar, de convencer, de contar.
Con ella aprendí el valor de la anécdota, lo que se esconde ante algunas cosas aparentemente banales que pasan en la escuela y en la vida, a mirar lo pequeño, a observar las palabras, a entender los silencios, a interpretar las caras.
Admiro su modo de hablar, pausado, reflexivo, suave, pero a la vez seguro, inteligente, lleno de experiencia real de la escuela. Sus pausas cuando pretende buscar, justo la palabra, la expresión que corresponda de manera absoluta. Sus razonamientos que desarman y su aguda ironía.
También me llevó al mundo de la lectura profesional y me enseñó a entender, a disfrutar, a estar en desacuerdo.
También me animó a escribir, a contar lo que pasaba en mi aula, a compartir con otras compañeras y compañeros experiencias, dudas, dificultades y éxitos; a luchar por una nueva escuela con la palabra.
En su voz hablada o escrita siempre están los que no pueden, los que no tienen, los que no llegan, los que no..., aquellos a los que si la escuela no les da, nadie jamás les dará.
Me hizo comprender que si una manera de trabajar no ayuda a aprender mejor a los que tienen dificultades ,NO SIRVE.
Su “de a poquito” ha guiado mis pasos desde que la escuché por primera vez, ese "de a poquito", que significa: sigue, no pares, estás en el buen camino, el camino en el caben todos los ritmos y en el que cuanto más ayudas a otros más corres tú.
Os recomiendo que la escuchéis si tenéis ocasión y también os recomiendo que la leáis, porque es amena, interesante, sencilla sin dejar de decir nada de lo importante, con toda la fuerza de la teoría y la práctica juntas.
Algunas de estas personas no las tengo físicamente cerca como es el caso de Myriam Nemirovsky, pero estos dos últimos días hemos pasado dos entrañables días compartiendo experiencias formativas con ella.
Myriam es la mujer que cambió mi vida profesional, con ella aprendí a ser maestra, hasta entonces solo tenía un título y buena voluntad.
De ella me admiran multitud de cosas pero la primera es su modo de hablar, de convencer, de contar.
Con ella aprendí el valor de la anécdota, lo que se esconde ante algunas cosas aparentemente banales que pasan en la escuela y en la vida, a mirar lo pequeño, a observar las palabras, a entender los silencios, a interpretar las caras.
Admiro su modo de hablar, pausado, reflexivo, suave, pero a la vez seguro, inteligente, lleno de experiencia real de la escuela. Sus pausas cuando pretende buscar, justo la palabra, la expresión que corresponda de manera absoluta. Sus razonamientos que desarman y su aguda ironía.
También me llevó al mundo de la lectura profesional y me enseñó a entender, a disfrutar, a estar en desacuerdo.
También me animó a escribir, a contar lo que pasaba en mi aula, a compartir con otras compañeras y compañeros experiencias, dudas, dificultades y éxitos; a luchar por una nueva escuela con la palabra.
En su voz hablada o escrita siempre están los que no pueden, los que no tienen, los que no llegan, los que no..., aquellos a los que si la escuela no les da, nadie jamás les dará.
Me hizo comprender que si una manera de trabajar no ayuda a aprender mejor a los que tienen dificultades ,NO SIRVE.
Su “de a poquito” ha guiado mis pasos desde que la escuché por primera vez, ese "de a poquito", que significa: sigue, no pares, estás en el buen camino, el camino en el caben todos los ritmos y en el que cuanto más ayudas a otros más corres tú.
Os recomiendo que la escuchéis si tenéis ocasión y también os recomiendo que la leáis, porque es amena, interesante, sencilla sin dejar de decir nada de lo importante, con toda la fuerza de la teoría y la práctica juntas.
Dices que vives rodeada de personas que tienen la suerte de disfrutar con el trabajo que realizan. Permíteme que te corrija, pues te equivocaste al conjugar el verbo: cambia "tienen" por "tenemos", porque no conozco a nadie que disfrute y se emocione tanto como tú...
ResponderEliminarPor suerte, es una epidemia a mi alrededor.
ResponderEliminar...Y que además lo contagies. Quizás la epidemia la estás generando tu.
ResponderEliminarQue alegría verte por aquí.
ResponderEliminarHoy hemos tenido reunión bilingüe y entre David y yo nos hemos recreado en las excelencias de tu cole.
Sobre todo por la gran capacidad de trabajo en equipo que tenéis y sin la cual muchas de las cosas que pasan en vuestro centro no podrían pasar.
Había una opinión generalizada de que no se puede, pero a pesar de la dificultad hay centros que lo conseguís.
Creo que es un empeño importante con el cual cualquier trabajo sale mejor, aunque como dice mi amigo Jose luis Trabajar en equipo sea más lento y yo añado, mucho más placentero.