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viernes, febrero 11, 2011

Intervención docente


Una de las cosas que nos preocupan y que quisimos compartir con Myriam en la sesión con el grupo que trabaja lengua oral es el tema de la intervención docente cuando nuestras alumnas y alumnos están trabajando un guión para una exposición oral.
Sobre todo, en el caso de los grupos donde el alumnado aún no domina la escritura alfabética y corre el riesgo de no recordar durante la exposición lo que ha escrito en su guión.
Después del avance tan importante que ha representado en las aulas empezar a trabajar el texto expositivo oral, vemos que al dar un paso más y elaborar apoyos escritos para estas exposiciones, en los casos de los más pequeños este avance parece dar un paso atrás, que sin embargo, mejora con la introducción de dibujos o imágenes que ayuden a recordar lo que quieren decir.
Por otro lado, si bien la imagen favorece el recuerdo de lo que quieren contar, vemos que evita el esfuerzo de “entender lo escrito”.
Así pues nos debatimos entre la duda de si usar o no otros apoyos visuales aparte de la escritura y en el caso de usarlos, si los debe proponer la maestra o el maestro o si por el contrario es mejor no intervenir para ver que deciden o como evolucionan.
El modo de intervención docente fue el primer punto que abordamos en la reunión con Myriam y cuyo análisis nos ayudó a ver de un modo un poco más claro por donde avanzar, hacia donde continuar nuestro trabajo.
Voy a intentar hacer una reflexión sobre las notas que yo fui tomando sobre la interveción docente en el aula.
No parece haber una respuesta tajante o definitiva sobre el modo en que debemos actuar frente a una situación didáctica, no hay una sola manera de hacer, sino diferentes modos de actuar según el momento, el alumnado, etc
Lo importante es mantener constantemente una actitud indagatoria compartiéndola con el grupo. No pensar solo en encontrar la “mejor forma de”, sino ¿de qué otras maneras podríamos hacerlo?
Plantear entonces diferentes situaciones didácticas con las diferentes alternativas y analizar qué pasa, puede ser una buena manera de avanzar y de conseguir ampliar y mejorar el abanico de posibilidades sobre cómo intervenir ante una situación didáctica.
Debemos continuar siempre planteándonos nuevas preguntas, que realmente lo que muestran es nuestra evolución profesional, cada nueva pregunta marca de alguna manera un hito en nuestra formación docente, por lo que necesitamos aprender a valorarlas como un síntoma de avance.
A partir de estos cuestionamientos podemos desarrollar algunas propuestas para investigar:
  • Podemos en cada clase podemos proponer la situación problemática con intervenciones de "x" maneras diferentes y observar y analizar lo que sucede,
  • También podemos repartir esas “x” maneras entre quienes formamos el grupo, de forma que cada clase lleve a cabo solo un tipo de intervención docente y analizar después todos juntos las similitudes y diferencias. Es necesario acordar en el grupo el tipo o tipos de registros y observaciones que vamos a realizar, para poder luego compartir el análisis.
Recordamos la importancia de no olvidar acudir a la bibliografía existente sobre el tema, a las investigaciones que ya hay hechas y que nos pueden dar pistas y ayudas para avanzar. Hoy día, además, es posible encontrar mucha de esta información en la web y a veces de modo más informal, a través de blogs, redes sociales...
Volviendo al caso concreto de nuestra intervención respecto a la realización de exposiciones orales, vimos como en algunos casos la evolución que se había producido en nosotras iba desde la intervención excesiva y muy directiva del principio, a la no intervención en un momento determinado, para dejar total autonomía a las niñas y los niños, estamos viendo ahora que ninguna de las dos posiciones nos parecen adecuadas y “probando” distintos modos de intervenir en los que aún no acabamos de saber si son los adecuados.
El modelaje de situaciones por parte del docente, puede ser un buen modo de ayudarles a mejorar y avanzar en algunos aspectos, en este sentido, nuestro compañero Luis ya nos lo contaba en su entrada “Antes de exponer" en nuestro blog del grupo "aprender hablando".
Myriam nos planteó una idea que nos pareció muy interesante, el que las niñas y los niños pudiesen también opinar sobre nuestras intervenciones, es decir permitirles que nos cuenten cómo las ven ellos, si piensan que es la mejor manera de ayudarles...
Si les damos la palabra tomarán conciencia desde muy pequeños de lo que estamos y están haciendo y verán que los adultos también reflexionamos sobre lo que hacemos y el modo de mejorarlo.
Por supuesto este tipo de prácticas no son efectivas si solo las ponemos en práctica de manera puntual, debemos de planificarlas y regularizarlas dentro de nuestra práctica, para que realmente generen aprendizaje.
Así pues, tenemos mucho por hacer y mucho por aprender, pero también mucho camino andado que es interesante que nos animemos a compartir.

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