El viernes celebramos nuestro último día juntos en el cole, aunque, sabemos que no serán los últimos para nada porque nos unen lazos demasiado grandes después de seis años de trabajo conjunto.
¡Seis años!
Seis años que nos han dado muchas alegrías y también algunas tristezas, años en los que se nos han reincorporado personas y se nos han marchado otras, pero en definitiva, años de crecimiento personal de ellas y ellos y mío.
Despedirse siempre es difícil y mucho más cuando cerramos una etapa de la vida, pero compensa la emoción de empezar una nueva.
Mis churumbeles al instituto y yo a coger una nueva generación con la que empezar de nuevo.
Han sido semanas intensas, me he sentido metida en una vorágine de prisas, de emociones, de angustias incluso.
Ahora, más tranquila, después de la resaca de una fiesta de "despesiempre" vuelvo a estar llena de emociones, pero ya sin prisas, con la mirada puesta en todo lo que hemos vivido en estos últimos días, en estos últimos meses, en estos últimos años... ¡Esta aventura daría para un libro!
Me costó pensar que decir en la despedida, de repente, con un aluvión de ideas, deseos, agradecimientos..., me sentía incapaz de poner palabras a todo.
Y al final, me ayudó la poesía, un poema de Charles Bukonski titulado "Lanzar los dados" que me ayudó a poner en palabras todo lo que les deseo en su futuro y mi esperanza enorme en que ellas y ellos van a mejorar el mundo. Os dejó lo que fue al final, mi pequeña aportación a su despedida:
Como quiero que sean los
últimos, empiezo por dirigirme a los mayores.
Gracias, muchas gracias,
a las familias por vuestra confianza y apoyo incondicional desde el
principio, a veces con algunas de vosotros he sentido que yo era como
una abuela rechoncha cariñosa y divertida y me ha encantado.
Gracias a mis compis,
porque todas y todos ellos son parte fundamental de este gran
proyecto, en especial a María, ¡María te quiero! La quiero por su
capacidad de querer, escuchar, entender a las niñas y niños, sin
dejar de mostrarles el camino de lo correcto, por todo eso que la
define una buena docente.
Gracias a Sofia Deza por
embarcarme en este proyecto, y gracias (le voy a robar las palabras a
una mamá de mi clase) por hacer de nuestro centro un referente, no
solo en Andalucía, sino en España.
Y ahora voy a por
vosotras y vosotros mis niñas, mis niños, gracias, muchas gracias
por regalarme seis años de aprendizajes intensos, de retos, de
abrazos mágicos. Muchas gracias.
Se acaba una etapa y
empieza otra. En casi tres meses vais llenar las aulas del instituto
y a conocer compañeras y compañeros nuevos y profes diferentes.
Ayer pensaba cómo
deciros cosas bonitas y no era capaz de ponerlas por escrito, cuando
vino en mi ayuda un poema que dice mucho de lo que yo quiero para
vuestro futuro.
"Lanzar los dados"
Poema de Charles Bukonski
Si vas a intentarlo, ve hasta el
final.
De otra forma ni siquiera comiences.
Si vas a intentarlo, ve hasta el final.
Esto puede significar perder novias,
esposas,
parientes,
trabajos y,
quizá tu cordura.
Ve hasta el final.
Esto puede significar no comer por 3 o 4 días.
Esto puede significar congelarse en la banca de un parque.
Esto puede significar la cárcel.
Esto puede significar burlas, escarnios, soledad…
La soledad es un regalo.
Los demás son una prueba de tu insistencia, o
de cuánto quieres realmente hacerlo.
Y lo harás,
a pesar del rechazo y de las desventajas,
y será mejor que cualquier cosa que hayas imaginado.
Si vas a intentarlo, ve hasta el final.
No hay otro sentimiento como ese.
Estarás a solas con los dioses
y las noches se encenderán con fuego.
Hazlo, hazlo, hazlo.
Hazlo.
Hasta el final,
hasta el final.
Llevarás la vida directo a la perfecta carcajada.
Es la única buena lucha que hay.
De otra forma ni siquiera comiences.
Si vas a intentarlo, ve hasta el final.
Esto puede significar perder novias,
esposas,
parientes,
trabajos y,
quizá tu cordura.
Ve hasta el final.
Esto puede significar no comer por 3 o 4 días.
Esto puede significar congelarse en la banca de un parque.
Esto puede significar la cárcel.
Esto puede significar burlas, escarnios, soledad…
La soledad es un regalo.
Los demás son una prueba de tu insistencia, o
de cuánto quieres realmente hacerlo.
Y lo harás,
a pesar del rechazo y de las desventajas,
y será mejor que cualquier cosa que hayas imaginado.
Si vas a intentarlo, ve hasta el final.
No hay otro sentimiento como ese.
Estarás a solas con los dioses
y las noches se encenderán con fuego.
Hazlo, hazlo, hazlo.
Hazlo.
Hasta el final,
hasta el final.
Llevarás la vida directo a la perfecta carcajada.
Es la única buena lucha que hay.
Esa perfecta carcajada de
la que habla el poema, es la representación de la felicidad inmensa
que sentimos al conseguir los retos más difíciles, una felicidad
tan enorme que hace que merezca a pena el esfuerzo del camino.
Como os dije en una
ocasión para mí, como maestra vosotras y vosotros sois mi arma para
cambiar el mundo. Creo que vuestras familias y yo un poquito hemos
hecho un buen trabajo, os hemos dado herramientas para construir una
sociedad más justa y tenemos todas nuestras esperanzas puestas en
que vais a ser capaces de usarlas para seguir creciendo como personas
responsables, afectuosas, tolerantes, creativas y valientes.
Este poema habla de
también de la soledad, una palabra muy grande y muy importante en la
vida.
A la mayoría de la gente
no le gusta porque la asocian a la “Soledad mala” que deciden los
demás por ti y en la que se puede sentir el rechazo de quienes nos
rodean. Esa Soledad, espero que no tengáis que sentirla nunca y
sobre todo, que no seáis nunca responsables de que otras personas la
padezcan.
Pero hay una soledad
hermosa, la soledad elegida, la soledad que te permite la mejor
compañía, tu compañía.
Esa Soledad, por favor,
practicadla a menudo, porque es la que os va a permitir conoceros
mejor, abrazar y sanar vuestro corazón cuando esté herido, o
cultivar la fortaleza de decir que no a lo que no es bueno.
No tengáis miedo a
luchar por vuestros sueños en soledad, no tengáis miedo a defender
la justicia en soledad, no tengáis miedo a la Soledad que os hace
más fuertes y más humanos.
Las masas, los grupos nos
invisibilizan y nos manejan y nos enredan si no aprendemos quienes
somos y que queremos y nos armamos de la fortaleza de decir “no”
a todo lo que nos hace daño a nosotros o a otras personas.
No tengáis miedo a la
Soledad, porque sabemos que podemos convertirla en una amiga que nos
hace fuertes.
Hacedlo, hacedlo, hacedlo
Haced que merezca la pena
nuestro trabajo y el esfuerzo de vuestras familias .
Hacedlo, hacedlo,
hacedlo.
El mundo está en
vuestras manos y os necesita.