Mi "amigo de red" Juanjo Castillo me invitó el otro día desde facebook a participar en una línea de charla sobre evaluación en Twiter, y de paso me llevó a conocer su blog: Blog de José Luis Castillo, en el que tiene una interesante entrada sobre este tema:
"¿La propuesta? Pues nada del otro mundo. Tres cositas nada más. Debate, acumulación y análisis. Y al final (o durante), acción."
Me encanta la propuesta y su entrada me lleva a otra igual de interesante de otro blog:
matemaTICas: 1,1, 2, 3, 5, 8, 13... del que recojo el siguiente párrafo:
" El tema de la Evaluación, es un tema, que como se ha indicado en el Congreso, debe florecer, reactivarse, renovarse y adaptarse a los nuevos modelos de aprendizaje del alumnado. "
No puedo estar más de acuerdo con ambos, creo que hablamos poco de evaluación, de por qué, para qué, cómo, cuándo, con quién A QUIÉN...
Esto me ha llevado a recordar una actividad que hacíamos en el aula y que nos propuso en un curso Myriam Nemirovsky, una actividad con un tremendo potencial para evaluar y para otras muchas cosas:
Cada día durante 5 minutos nos sentamos con una alumna o alumno y revisamos con ellos cómo creen que van, en qué han avanzado y en qué tienen dificultades y cómo creen ellos que podríamos ayudarles a mejorar.
Al principio no saben muy bien que contestar pero poco a poco van apareciendo muchos puntos sobre los que reflexionar sobre su aprendizaje, van siendo conscientes de estrategias que ya ponen en marcha y van apareciendo diferentes formas de ayuda.
Aunque nosotras lo hacíamos solo con las niñas y niñas la propuesta de Myriam era que se hiciera de manera conjunta también con la madre o el padre, haciendo participes de esa reflexión también a las familias.
Es una actividad muy enriquecedora para ellos que van progresivamente siendo más conscientes de todos los aspectos de su propio aprendizaje y sobre todo para nosotras porque aprendemos más sobre cada una de nuestras criaturas y sobre cómo guiarlas para conseguir lo máximo de ellas.
No siempre tiene que ser de modo individual, también en los trabajos en parejas o grupos pequeños, nunca más de cuatro, se pueden dedicar momentos a lo largo de un proyecto de trabajo a analizar como vamos y cómo podemos mejorar.
Para mí ese debería de ser el verdadero sentido de la evaluación en la educación obligatoria, una herramienta de ayuda para el desarrollo integral del alumnado y una guía para el profesorado que nos ayude a encontrar el mejor camino para cada cual y que no siempre es el mismo para todos.
Lo demás: las pisas, los diagnósticos..., supongo que tienen otros sentidos que no digo yo que no son interesantes, pero "es otra cosa".
Y no digamos ya "las calificaciones" que permiten que hagamos agrupamientos "flexibles" de los que algunas criaturas nunca salen, que otros se pasen toda su escolaridad "saliendo" para no llegar nunca a estar dentro, que unos pasen y otros no, que valgan o no valgan, que estén entre los buenos o entre los malos, en fin eso mas que evaluar lo podríamos llamar sentenciar, si tienes suerte te absuelven y si no te condenan a veces de por vida y encima tienes que pagar las costas...
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