lunes, agosto 01, 2011

Aprender a leer y escribir en el siglo XXI

Una de las cosas que más me llamó la atención durante los días que hemos tenido la suerte de pasar en Valencia en el curso de verano  "Leer para aprender en la era digital" es la cantidad de maestras y maestros que aún  no han oído hablar que desde hace ya décadas se viene trabajando en muchas aulas otro modo de enseñar a leer y escribir.
Esta "nueva" enseñanza esta basada en las investigaciones que inició Emilia Ferreiro y que han dado lugar a numerosas experiencias muy interesantes que nos presentan otro modo de abordar el aprendizaje de la lectura y la escritura en las que las letras dejan de ser un contenido como tales y pasan a ser un aspecto más dentro de los muchos y diversos ámbitos que lleva aparejados el aprendizaje de la lectura y la escritura desde un punto de vista funcional y significativo, donde leer y escribir sirven para cosas interesantes, divertidas, emocionantes, que nos ayudan a conocer el mundo...
También compruebo a menudo que son muchas las personas que recopilan y muestran en blogs o wikis fichas y fichas de preescritura, de repasar letras de puntitos, de repetir y repetir letras aisladas y que con toda la buena fe del mundo consideran estar haciendo un trabajo innovador con las TIC cuando utilizan uno de esos "juegos de ordenador" donde las niñas y los niños tienen que hacer cosas muy parecidas a las de esas fichas pero gastando energía y en una pantalla y en las que las letras no tienen más función que la de ser memorizadas y asociadas a un sonido, cosa bastante aburrida, por cierto.
Enseñar a leer y a escribir en el siglo XXI supone poner al alcance de nuestro alumnado desde que entran en la escuela todo el mundo letrado al que tenemos acceso los adultos.
Darles la oportunidad de interactuar con la prensa, las revistas, las enciclopedias, los diccionarios, los libros temáticos, las biografías, las lecturas literarias, las recetas de cocina, las guías turísticas... y todo eso dentro de un contexto de trabajo donde estos textos adquieran un sentido y una utilidad.
Enseñar a leer y escribir en el siglo XXI supone que nuestras niñas y niños de tres años investiguen sobre la prehistoria o sobre Kandinsky o sobre los terremotos  y viajen por los diferentes formatos en los que podemos encontrar la información, que ya no está solo en papel y decidan sobre lo que les parece importante en una maraña de conocimientos y aprendan para que sirve un índice, o como se busca en google y se interesen por las cosas que pasan en el mundo...
¿Cómo es posible que todo este trabajo, que ya está demostrando en multitud de aulas y en multitud de lugares que no solo tiene el mismo resultado en el aprendizaje del código, sino que además aporta multitud de conocimientos a las niñas y niños en edades tempranas sorprendentes y muy por encima de lo que los métodos tradicionales de lectura y escritura consiguen, no tenga una enorme difusión, no se esté enseñando en todas las facultades de magisterio y no se esté implementando en la mayoría de aulas de infantil y primer ciclo de primaria?
No acabo de encontrar una respuesta lógica, salvo la triste realidad de que la escuela parece tener un enorme ancla clavada en el fondo de un abismo que le impide a pesar del esfuerzo de algunas personas avanzar hacia ninguna parte.

¿ESTO

O ESTO?





Ya podemos encontrar en la red muchas páginas, enlaces, blogs y artículos que pueden ayudar a formarnos en otros modos de acercar a nuestras niñas y nuestros niños a la lectura y la escritura de manera inteligente, seria y desde luego propia de una escuela del sigo XXI, una pequeña muestra:

9 comentarios:

cristina dijo...

me gusta el enfoque :)

CARMENCA dijo...

A mi me cambió la vida profesional y casi la personal, coincidir con gente que me ayudó a ser capaz de escuchar y conocer que pasa de verdad en las mentes de las niñas y los niños fue todo un "chute" de energía.
Aprender con ellas y ellos, darme cuenta de que no hay límites para nadie y de que como dice Carlos Gallego "los conocimientos de las niñas y los niños son sorprendentes y son valiosos"

Jorge dijo...

A mi también me parece increíble que un enfoque de la enseñanza de la lectorescritura con ya varias décadas de experimentación siga siendo minoritaria. El peso de nuestra experiencia como alumnos sigue prevaleciendo sobre nuestros conocimientos como profesionales. Pero poco a poco va cambiando.

Jorge

CARMENCA dijo...

Desde luego Jorge, volvemos a reproducir lo que hicieron con nosotros y lo que nos han enseñado, pero yo creo que las universidades ya deberían de ponerse las pilas y la formación permanente del profesorado dar más importancia al aprendizaje inicial de la lectura y la escritura que está un poco olvidada y es la base fundamental del aprendizaje posterior

Carmen dijo...

La formación inicial es fundamental, pero... ¿quiénes están a cargo de ella?

CARMENCA dijo...

Y yo añado... ¿cuales son sus verdaderos intereses?
Compi estamos muy lejos de formar docentes de forma seria y profesional!!

lola dijo...

Me ha encantado leer tu post. Estuve durante 18 años en infantil y te entiendo cuando dices que saber "cómo" leen los chavales y comprobarlo te cambió la vida. A mí me pasó lo mismo.
Te hablo de hace bastantes años y lo que me sigue entristeciendo es ver a los críos y crías de mi colegio, en primer ciclo seguir estrellándose contra el ma, me, mi, mo mu. Y a sus maestros histéricos y angustiados porque "no rompen".
Se me ocurren muchas cosas que habría que romper...

Marisa Conde dijo...

Te comento que en los intitutos de formación docente de mi país también sucede. El cambio de paradigma educativo debe darse en toda la aldea global. Saludos cordiales

Mayti Zea dijo...

Ese es el problema de nuestra escuela, que seguimos anclados en formas y métodos obsoletos. Los tiempos son diferentes, las necesidades son distintas, los retos hay que plantearlos de otras maneras. La tan necesaria reflexión sobre lo que hacemos y cómo lo hacemos no es algo habitual.