jueves, abril 27, 2023

Un liderazgo de altura


Hoy ha sido un día singular, uno de esos días llenos, que cuando acaban y los miras desde el sillón de tu casa hacen que sientas que ha merecido la pena acabar cansada.

Pero hay una que me ha emocionado de una manera especial: escuchar a mi maestra-amiga Sofía Deza presentar su "nuevo" proyecto de dirección. Si solo pudiera usar una palabra sería "emocionante".

Sofía es mi maestra-amiga, no mi amiga-maestra, y es lo primero, porque yo la conocí de maestra de infantil, conocí su trabajo y compartí con ella en nuestro grupo de formación, experiencias, vídeos de aula para reflexionar sobre como mejorar nuestro trabajo, lecturas de grandes maestras y maestros de la educación, tardes de crecer profesionalmente a través de nuestras dudas y nuestras dificultades, teniendo siempre a nuestras niñas y nuestros niños en el centro de nuestra mejora.

En la escuela, cuando te dejas la piel y el alma, queda muy poco tiempo para abrir puertas y ventanas y mostrar tu trabajo al mundo, a las familias, a otras docentes. Debería de existir un tiempo para eso, porque compartir y pensar de forma conjunta es la mejor manera de aprender. Nosotras lo pusimos en nuestra lista de prioridades y perdimos muchas horas de nuestro tiempo libre y de sueño para poder hacerlo. 

"De a poquito" Sofia se convirtió en mi amiga. Hoy Sofía Deza es un enorme referente profesional para mí. 

Hoy estaba nerviosa por no pasarse del tiempo y porque las casualidades de la vida le han llevado a abrir esta nueva etapa justo el día en el que hace dos años perdió a su padre, su referente y su amigo. Pero a pesar de los nervios, nos ha emocionado. Nos ha impresionado y nos ha conmovido. Ha descrito nuestro cole  lleno de  razonamientos profesionales y humanos. Ha mostrado un camino que comenzó hace 8 años y que sigue recorriendo con un liderazgo tranquilo, pausado, pero seguro y fuerte cargado de argumentos y basado en el convencimiento de que nuestras niñas y nuestros niños son todas y todos seres inteligentes, capaces, con enormes ganas de aprender, de preguntarse y con la capacidad de mejorar el mundo en el que viven.

Una creencia que conlleva pensar en darles voz, en generar un entorno democrático y un proyecto educativo emocionante que les haga felices. Felices con mayúsculas, sin ñoñerías y sabiendo que su formación integral es el secreto de esa felicidad. 

Sofía Deza es mi referente y no lo ha tenido ni lo tiene fácil, pero se lo cree. Cree firmemente en lo que hace, no con la fe de lo intangible, sino con la ciencia de lo demostrable. 

Es una lectora incansable de pedagogía, buscando siempre beber de las mejores fuentes, contrastar la teoría con la práctica y dar coherencia a lo que hace.

Es una organizadora tenaz de espacios de cooperación en el centro. De guiones de reflexión en torno al trabajo. Es una malabarista del tiempo para hablar, escuchar, compartir. Un tiempo escaso, muy escaso en los coles de infantil y primaria, que siendo el pilar de la educación, se les castiga siendo el colectivo con más horas lectivas y menos para otras actuaciones imprescindibles en los centros. Tal vez porque en estas etapas se comete el error de protestar poco y robarle a la vida familiar mucho.

Pone como prioritaria al formación en el centro. Cada año un poquito, un aspecto de mejora, un espacio de reflexión. Esos "ciclos y claustros formativos" para compartir y mejorar la competencia lingüística, el trabajo de alfabetización informacional en los proyectos, la evaluación formativa, las matemáticas para la vida, la inclusión real... Despacio, pero sin pausa.

Una maestra ejemplar, nunca se me olvidará el comentario de un niño de sexto hace unos años "La seño Sofía es especial, ella me entiende y siento que le importo".

Una caminante incansable hacia la utopía, hacia ese horizonte que hoy dibujaba en su proyecto, una caminante de fondo, tenaz, infatigable, aún a sabiendas que a la meta nunca se llega, pero segura de de ir sembrando a la orilla del camino.

Y acabo copiando su final. Gracias Sofía Deza por se una colibrí maravillosa.

 




1 comentario:

Anónimo dijo...

Carmen !!!qué suerte tenéis de tenerla, no solo en el cole sino también en el corazón!!! Me ha emocionado leer tus palabras y sentirlas. Abrazos