martes, mayo 28, 2013

¿Apoyo?, ¿A quién andamos engañando?


Se acaba el curso. Tengo sensaciones encontradas, por un lado la impresión de que he superado "raspandillo" la prueba de iniciar andadura en un nuevo cole y por otro, el afán de conseguir subir nota el curso que viene.
Creo que no he llegado de vaciar mi tiempo de los años pasados cuando lo he llenado con los presentes y venideros, ¡demasiado contenido para tan pobre vasija!
Y ahora repasando el curso, casi como si de la llegada de año nuevo se tratara me doy cuenta de que he dejado de lado cosas que me gusta hacer y una de ellas ha sido escribir en este rincón.
Esta noche, necesitaba volcar aquí parte de esas sensaciones.
He vivido por primera vez en carne propia la experiencia de corregir unas pruebas de "evaluación externa" y el hecho de que no fuesen de mi alumnado me ha permitido mirar con una perspectiva más objetiva y analizar lo que representan, pero a eso, quizás le dedique otra entrada.
El caso es que a raíz de esas "correcciones" sentí a necesidad de decir en voz alta lo que siento de algo tan pervertido en educación como la figura del falso y fraudulento apoyo escolar.
Ese apoyo escolar que en la mayoría de los casos, pasa el tiempo de sustitución en sustitución cubriendo bajas por enfermedad y otras faltas del profesorado.
En nuestro caso, llevamos desde principios de año con una baja por enfermedad que no se cubre (antes de navidad ya tuvimos otra experiencia similar), más de un trimestre, en el que las niñas y los niños que se supone que tienen necesidad de apoyo especial, han dejado de recibirlo de manera sistemática.
A lo largo de todo el curso hemos pasado por varias fases, tipo camarote de los hermanos Marx. Primero organización inicial. Posteriormente, reorganización de quienes más necesidades tenían con la profe de apoyo y los que menos con el profesorado que tiene horas de especialidades. Después con la baja que no se cubre los "prioritarios" pasan al profesorado "con horas de apoyo" y andan a expensas de que puedas ir a buscarlo si no ha faltado nadie y tienes que acabar sustituyendo la clase de turno.
¿Cuando me toca seño? ¿hoy dónde vamos? ¿Vamos a tu clase? ¿Hoy nos toca en la habitación del médico? ¿Bajamos a la sala de profesores?
Porque esa es otra, en los coles los médicos (yo a la mía no la he visto nunca) y los orientadores tienen despachos (cosa que me parece estupenda) , pero los niños y niñas de apoyo, los que tienen más dificultades de atención, quienes necesitan más las rutinas y la estabilidad pueden vagar por lugares diversos,en mi cole: la sala de profesores donde comparten apoyo con otros grupos y el tiempo de café de algún profe o la hora de coordinación de alguna otra, e incluso algún rincón de paso en un pasillo.
¿A quien andamos engañando? A criaturas que pasan su escolaridad vagando de rincón en rincón, de persona en persona, y que en muy pocos casos acaban "salvado sus dificultades" en toda la escolaridad.
Niñas y niños que necesitarían más concentración y estabilidad y que la pierden a diario en "ires y venires" sin mucho sentido, viendo a diario como sus compañeras y compañeros "listos" no son nunca expulsados de sus aulas, mientras que ellos y ellas andan buscando siempre "la tierra de promisión", sin llegar jamás a encontrarla.

Eso sí, los cuadrantes donde poner qué se hace con ellas y ellos en cada minuto son exhaustivos y hay que llevarlos a rajatabla, porque así cuando venga la inspectora o inspector de turno sabrá que los maestros y maestras "no andamos perdiendo el tiempo".
Tengo que decir, que hace muchos años que decidí que mientras esté en mi mano evitarlo mi alumnado no sale de la clase y tengo la suerte de recibir "el apoyo" en mi aula cuando la ruleta de las sustituciones lo permite.
También he tenido la fortuna de tener una alumna de prácticas en mi aula y ha sido una experiencia maravillosas, la doble docencia te permite multitud de espacios, tareas, organizaciones que mejoran la realidad de las aulas, que permiten hacer mucho más inclusiva la educación.
¿Para cuando tomarnos en serio a quienes más necesitan de ayuda?
¿Para cuando dejar de crear figuras con nombres falsos?
¿Para cuando llamar al profesorado de sustituciones por su nombre?
¿Para cuando...?


1 comentario:

lola dijo...

Nos engañamos, les engañamos y mientras tanto corre ese tiempo precioso que nunca vuelve y que tanto necesitan llenar de vida nuestros chavales, y no de ires y venires a ningún sitio. Pero no, no les engañamos ni les engañamos, nosotras sabemos que no es esto lo que queremos, que no es así como se hacen las cosas e intentamos que la escuela sea casa viva, rica, llena, donde cada uno pueda crecer a su ritmo y se sienta satisfecho. No somos nosotras quienes les engañamos. No consuela pero es justo que nos lo reconozcamos, al menos eso debe quedarnos claro.