martes, octubre 28, 2014

Borradores




Revisando el historial del blog he visto que no tengo ninguna etiqueta que ponga "borradores" y de repente me ha parecido imperdonable el olvido, que seguramente se deba, a que yo en este blog escribo mucho con la mente y no siempre tengo tiempo para teclearlo. Hoy por fin inauguro la etiqueta con una actividad sobre mejora de textos.
Es importante que vayamos desde el principio acostumbrando a nuestro alumnado a que cualquier texto tiene un proceso de mejora.
Poco a poco tenemos que ir haciéndole ver cuales son las mejoras que pueden hacerse y en que ámbitos del lenguaje tenemos que ir actuando.
Normalmente cuando son pequeños (y no tan pequeños) la corrección queda en nuestras manos y somos nosotros quienes "calificamos" subrayando o señalando en rojo “las faltas” que el texto tiene.
También suele suceder que cuando son pequeños les dejamos escribir tan poco y con tan poco sentido que realmente apenas hay nada que corregir más allá de la ortografía.
Sin embargo, y sin quitarle para nada a la ortografía la importancia que tiene, hay aspectos de la escritura que “apenas enseñamos a mejorar" y que después, casualmente nos quejamos mucho de su carencia en el alumnado.
Por eso es tan importante que los procesos de mejora de los textos no solo los haga la maestra o el maestro, sino que sea de manera conjunta unas veces y el alumnado solo o en parejas o en pequeño grupo en otras, ayudándose de pautas o guiones que les sirva para saber que queremos mejorar y en que vamos a centrar la mirada.
Son muchos los aspectos de mejora de un texto (cohesión, coherencia, adecuación del texto a la comunicación, presentación, aspectos gramaticales) por lo que en cada corrección es imposible abordarlos todos y debemos ir planteándonos en cada actividad de escritura cual nos interesa más abordar de forma que nuestras niñas y niños sean capaces de abordar cada vez más y mejor cada una de ellas.
Una de las últimas actividades en la que hemos puesto en práctica la mejora de borradores ha sido en torno a la escritura de problemas de matemáticas dentro de la secuencia didáctica sobre el precio de los materiales del colegio y sobre la que si queréis saber más, está ya contada en el blog de aula y la actividad concreta de escritura en el blog "Palabras azules" donde tengo la suerte de colaborar.
En esta ocasión la mejora que me interesaba abordar estaba relacionada con la coherencia del texto: pertinencia de la información y la estructura de la misma relacionándola con el tipo de texto.
Como anteriormente habíamos visto otros modelos de este tipo de estructura textual y además habíamos hecho en primer lugar una mejora colectiva de uno de los problemas, cuando yo les pido que en pareja mejoren uno de los que otros compañeros habían escrito, tenían clara cual era la consigna y en todos los casos menos en uno la mejora consigue que el escrito se adecue con bastante exactitud al tipo de texto que pretendíamos escribir.
Sin embargo, y aunque yo no les pido una mejora ortográfica esta también aparece en los nuevos escritos, aunque no es el objetivo y desde luego siguen quedando cosas por corregir, pero eso será en otra ocasión, que nos queda mucho camino por recorrer.
También estamos usando el diario de aula para aprender a mejorar nuestros textos. El último que corregimos aprovechamos para ampliar nuestro vocabulario de emociones y si el curso pasado siempre poníamos lo que más nos gustaba y lo que menos nos gustaba, estamos dando un paso más a la escritura de como nos sentimos.
Cada lunes en lugar de leerlos todos en voz alta que son muchos y se acaba haciendo lento y pesado, cada niña o niño lo lee en su grupo de cuatro, de modo que todos lo leen, el resto del grupo tiene la consigna de darle al menos un consejo para mejorar su texto: a veces le pido que sea sobre el contenido, otras veces si podría haber utilizado otras palabras que "sonaran mejor", si ha repetido expresiones,
Con la mejora de cuentos, nos hemos dado cuenta que al narrar repetíamos mucho la "y" y eso nos ha llevado a buscar otro tipo de conectores.
...

En definitiva, lo que queremos aprender es que casi nunca "escribimos al tirón" y que cualquier texto es siempre susceptible de mejora.
De este modo validamos cualquier escritura, pero siempre en proceso de mejora y aprendemos que todas y todos sabemos a escribir a nuestra manera y que sea cual sea esa manera siempre es y va a ser mejorable.