jueves, diciembre 31, 2020

ADIOS 2020


Tarde y noche repleta de mensajes de felicidad por dejar atrás 2020 y recibir por fin 2021. Al final es el deseo humano de celebrar y de regalar a otros los mejores deseos. Solo eso.

2020 ha sido un año más, en un mundo lleno de otras pandemias, de guerras interminables y millones de personas buscando un lugar cálido y acogedor donde llevar una vida tranquila en otra tierra aparentemente generosa y humana que en realidad, no les quiere, les cierra puertas pero recoge los recursos de los lugares que les vieron nacer.

2020 en realidad ha sido un buen año, un año que nos ha zarandeado y nos ha recordado que no estamos a salvo de nada ni de nadie.

2020 ha sido un año para reinventarnos o para paralizarnos, cada cual elige con la falsa elección de los recursos que te regala la vida.

Ha sido un año más, como lo será 2021. Solo uno más. Y tendremos que dejar de mirar lo que nos señalan los voceros con gritos y destemplanzas para mirar otras direcciones, otros lugares, tal vez donde los gritos ya ni siquiera hacen ruido.

También es tradición resumir el año. Ha sido un año trepidante, a pesar de estar marcado por el confinamiento. Cuando llegó el final de curso, en Junio, tenía la sensación de que habíamos sido capaces de lograr lo imposible y más tarde, cuando leía los dos post que Rodrigo nos dedicó en el País, aún más, me parecía un auténtico logro del que me siento muy orgullosa, en la pequeña parte que me toca.

El verano no fue de desconexión total, ya que preparamos el curso regional de teleformación "Expresión Oral y escrita en infantil y primaria". Fue una aventura interesante. También hablar de "La competencia lingüística en el ABP" en las jornadas virtuales "Transformem el món a través dels projetes" o escribir para @ineverycrea.

Y por último, superar este primer trimestre del curso y conseguir rescatar una gran parte de las cosas que en el cole son importantes. Conseguir que a pesar de la mascarilla, la distancia, las reuniones virtuales  hayamos estado más cerca que nunca y hayamos conseguido seguir escuchando las risas y las ideas geniales de nuestras niñas y nuestros niños aprendiendo y regalándonos cada día una lección impresionante de resistencia. 

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Adiós 2020, bienvenido 2021!!!!!!!!!!!!!



domingo, agosto 23, 2020

Rumor

 


Él.

Dormita aburrido,

junto al rumor de las olas.

Ellas.

Madre e hija.

Parloteo y risas

que mecen las olas.

Él.

Dormita aburrido.

Una nevera cotilla 

me susurra

servil aquiescencia.

Ellas.

parloteo,

risas cómplices

de servilismo sempiterno.


sábado, agosto 08, 2020

Aburrimiento


Aburrimiento.
Muuucho aburrimiento.
Eso es lo que siento ya cada vez que veo o me llega un nuevo documento con instrucciones, medidas, decálogos. 
El último ni lo he leído. Papel mojado.
No le envidio el cargo al señor entrenador de los deportes.
Yo me estaría muriendo de responsabilidad.
Las soluciones buenas son complejas y requieren coordinación con los ayuntamientos, los centros de salud, los centros educativos, las familias y recursos de los de verdad.
Pero... agosto es un mes muy malo.
Luego están "los maestros" que son muy flojos y no está dispuestos a ser héroes.
¡Vaya atajo de gandules!
Y tienen la desvergüenza de decir que es por el alumnado.
¿Que pensarán "las cajeras" de los supermercados?  
¿O "los sanitarios"?
(¿Será genérico cajeras o solo servirá con sanitarios?)
En las redes sociales cabe todo, también empiezan a ser aburridas por previsibles.
Me aburre tanta pandemia en los telediarios y hasta en los programas de cotilleo.
Bueno a veces dan otras noticias: un asesinato, una bomba en Beirut, un accidente...
Y lo peligrosos que son los jóvenes sin cerebro. Así es la juventud.
Pero peor son los inmigrantes que vienen enfermos ya desde las pateras o se lanzan como locos a protestar llenos de virus porque no tienen donde caerse muertos.
Y por eso los tiran a las puertas de los hospitales.
Un soplo de aire fresco "el señoro Plácido Domingo" ha superado el COVID y le ha prometido al virus que va a limpiar su imagen.
Bueno dos, el rey emérito, pobrecillo, menos mal que tiene amigos por el mundo y no se va a sentir solo.
...
Aburrimiento.
Y una sensación honda y profunda de pena, tristeza y de impotencia.
¿Que pasará en septiembre?
Pues lo afrontaremos con paciencia y con ganas de que todo salga bien.
Rellenaremos miles de papeles y protocolos y lo escribiremos en plataformas.
En septiembre nos asignarán alguien de algún centro de salud a quien le habrán asignado media docena de centros más y que nos visitará con suerte en octubre.
Seremos burbujas un rato.
Después burbujas reunidas en el comedor .
Saldremos de la burbuja de vuelta a casa. 
Al día siguiente volveremos a ser burbujas.
Sudaremos a más de treinta grados las mascarillas.
Añoraremos los abrazos.
Aprenderemos a darlos con los ojos, pero no serán iguales.
O sí, porque quien se resiste a abrazar a una criatura de 3 años que llora pidiendo ver a su mamá. ¿Habrá que resistirse? Que suerte no tener un aula de 3 años.
No nos llegará ninguna de esas 6000 personas más que se anuncian en los panfletos.
Seguiremos con los ordenadores viejos que rapiñamos de segunda mano en las familias o las amistades.
...



viernes, abril 24, 2020

Paula Mandarina



Y llegó el confinamiento y nos quedamos en casa sin poder salir y fue todo muy muy muy rápido, tan rápido que no nos dio tiempo ni a pensar en lo que estaba pasando.
Pasó el fin de semana entre charlas, dudas, llamadas, comentarios... Llegó el lunes de clase sin clase, de ser maestra sin niñas y niños cerca, de enseñar sin saber cómo y de aprender cómo enseñar.
En medio de tanto sin sentido, hemos ido descubriendo otras facetas de nuestra profesión y otras maneras de hacer.
En mi caso mi mejor recurso están siendo las mamás y los papás que además de acompañar y ayudar a sus criaturas, rebosan buen humor y buena disposición para todo y consiguen contagiarse unas a otras de fuerza, de risas y de esperanza.
Han sido muchos los recursos que se han compartido, que han inundado las redes. A nosotros nos llegó uno fantástico "Paula Mandarina"
Paula Mandarina es una maravillosa cuentacuentos almeriense que ha trabajado con multitud de centros, con ayuntamientos, asociaciones, etc.
Paula es dulce, divertida, soñadora, picaruela... ¿que cómo lo sé? pues porque escuchándola nos deja asomarnos a través de sus ojos y contemplar su fuerza interior, su magia escapa en forma de sonrisa mientras nos traslada al país de los prodigios. 
Mandarina decidió que mientras durase el encierro iba a regalarnos todos los días un cuento y desde su casa, casi cada día, nos recibe en su jardín para transportarnos a través de la literatura a lugares fantásticos, a selvas lejanas, bosques escondidos.
La seguimos a diario y nos está sirviendo como herramienta de trabajo, un recurso que nos enseña a hablar en público, expresión corporal, cuentos y con la que cada semana aderezamos nuestra secuencia didáctica de los cuentos que hemos preparado para este trimestre de clases a través del viento. 
Si un día falta, la echamos de menos y estamos expectantes esperando la siguiente historia.
Ayer fue el Día del Libro y ella nos regaló la leyenda de San Jorge, un relato precioso y que no podía faltar, pero además, nos lo dedicó a nuestro cole Clara Campoamor y en especial a la mamá de Lucas, otra gran bruja-mama-maestra apasionada de los cuentos, que se viste cada día de creatividad y entusiasmo y a la que SIPRI ya habría contratado si fuese mínimamente inteligente.
Hoy a las ocho en los aplausos del día que se han convertido en rutina y lugar de encuentro esperanzado en las calles, mi aplauso ha sido para Paula Mandarina.
Mandarina cada día nos regala de manera generosa un bálsamo, una medicina imprescindible, ella sabe que nuestra salud del alma es tan importante como la del cuerpo y nos obsequia cada día la pócima de un mundo mágico y la medicina de la imaginación, .
Y por eso hoy, en mi nombre y en el de todas las niñas y niños a los que acaricia con su voz cada día, va mi aplauso largo y sonoro que espero le llegue en forma de abrazos de colores.




 Si queréis disfrutarla la podéis encontrar en
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sábado, marzo 21, 2020

Mi poeta mas preciada

Se llama Ana Carmona de Haro y es mi madre. Una de esas mujeres a las que su época les robó la oportunidad de ser quienes querían ser y aun así nunca perdió la sonrisa.
Mi madre solo pudo ir a la escuela primaria, pero acabó escribiendo poemas tan hermosos como este. Recuerda con ilusión su infancia a pesar de vivirla en los tiempos imposibles de la posguerra.
Jugó con nosotros cuando éramos pequeños,  inventó trenes de cartón para entretener a las gemelas y nos hizo las tartas de bizcocho y chocolate más ricas del universo.
La recuerdo lavando eternamente en la pila de la terraza, y cosiendo y cocinando y cuidando sola, lejos de la familia, cuatro criaturas muy pequeñas, pero siempre paciente, supo acudir a lo importante y construyó nuestras vidas a golpe de consejos que mi hermano numeraba.
Ella heredó de mi abuela la pasión por la poesía y nos la inyecto a nosotras mientras batallaba entre cacerolas.
Hoy Día Mundial de la Poesía nos ha regalado una, que espero que no le importe que la comparta.
Al volver al pueblo en su "no jubilación" se atrevió a pintar y se atrevió a escribir y nos regala cuando vamos, tardes de risas, historias nuevas y antiguas y partidas de cartas que casi siempre gana.
Es mi MADRE.




miércoles, febrero 26, 2020

Violetera y ¿evaluadora?




No se porqué pero anda por ahí un duende que me roba el tiempo y cada día que pasa se me hace más corto y me faltan horas para todo lo que me gustaría hacer, por ejemplo, escribir en este lugar: Mi primer blog. El primer sitio donde me atreví a escribir sobre lo que hacía o pensaba de la educación y soltarlo al mundo, con la ilusión de que a alguien le importara lo que yo andaba haciendo, aprendiendo o experimentando.
Ahora voy por mi tercer blog de aula, las redes me enredan y me meto en cualquier sarao que esté relacionado con aprender a enseñar mejor, y tengo casi abandonada esta mi primera criatura, acabo de ver que no pasaba por aquí desde hace casi un año.
Pero hoy he necesitado pasar de nuevo por este lugar donde esparcir mis zarandajas, para compartir un momento de emoción precioso.
Y es que, que alguien te presente en una sesión de formación frente a docentes de un cole con la lectura de un libro es, en sí, un regalo, que el libro lo haya elegido pensando en ti, emocionante, que añada que la historia preciosa de "maestra violetera" te define ¡maravilloso! y que a la seño del cuento le acudan pajaritos a jugar con el pelo cuando trama algo, eso..., eso..., eso es tener una sensibilidad inmensa, que por supuesto se le añade ser una maestra genial, una asesora fantástica y una de las mejores personas que he conocido. Sin duda, Mari Carmen Díaz  forma parte de mi elenco de brujas favoritas.
Y después de esa presentación tan bonita y emotiva, yo tenía que emprender una sesión de formación sobre evaluación.
¡Anda bonica, al toro!
No se porqué al final ese "temica" me acaba tocando a mí. y siempre me digo que no lo voy a aceptar más y siempre acabo cayendo.
Evaluación, cuando la gente en realidad quiere que le expliques como calificar algo tan complicado como procesos de aprendizaje complejos que  son difíciles de controlar, observar, medir..., porque sienten que tanto la administración como las familias les presionan para que midan con exactitud, con justicia, con total y total objetividad y con posibilidad absoluta de justificación de todos los detalles de esa "nota". ¡Ahí es ná! como si eso fuera posible.
Que sí, que están todas las listas de control, las escalas de estimación y las maravillosas rúbricas y que al final sacar una nota es lo más fácil de hacer cuando le coges el ritmillo y si te vas a la herramienta de Séneca te sale hasta con los decimales en la centena. Eso en realidad podrá dejar tranquila a la administración que hará porcentajes y escalas y comparará con otros colegios y otros pueblos y otros países y nos dirá que tenemos que esforzarnos más y formarnos mejor . También  a las familias que si son altas sentirán orgullo y felicidad y si son bajas buscarán academias o pasaran horas y horas de tareas de apoyo en casa o acabarán asumiendo que el niño "no sirve pa los estudios"
Pero como decía el Principito:



Y la realidad es que lo que nos quita el sueño a la mayoría de docentes que estamos con niñas y niños cada día es cómo y qué hacer para lograr que nuestro alumnado aprenda más y mejor y si además lo hace feliz, sintiendo orgullo por su crecimiento personal, eso ya es "lo más de lo más". No queremos números, queremos soluciones.
Y sí, algunas pasan por mejorar nuestro trabajo o nuestra formación, pero también y absolutamente no menos importante, por bajar ratios, aportar recursos, aumentar profesorado y mejorar infraestructuras.
Evaluar es saber que en las aulas de infantil sería imprescindible que hubiese menos niñas y niños y al menos dos docentes.
Evaluar es aumentar el profesorado de apoyo en lugar de disminuirle las horas y dedicarlo solo a sustituir bajas.
Evaluar es saber que para aprender en un mundo digital los centros deben de tener dotación informática  y personal técnico que atienda esas herramientas.
Evaluar es saber que nuestro alumnado necesita pasar más horas de calidad con su familia y que la conciliación familiar no pasa por convertir los colegios en guarderías 12 horas al día, sino en conseguir horarios razonables en los trabajos de todo el mundo y sueldos dignos.
Evaluar es saber que los centros tienen que tener patios que sean espacios de aprendizaje y no solo cemento o pistas deportivas.
Evaluar es saber que es necesario respetar la profesión docente y valorarla porque tiene en sus manos el futuro de nuestra sociedad.
Y cuando te das cuenta que toda esa evaluación le importa a la mayoría de los responsables un pimiento, lo que te queda es seguir sonriendo y abrazando a la chiquillería a la vez que intentas  dividir cada día en veintitantos pedacitos para saber a quien tienes que abrazar porque viene triste, calmar a quien viene enfadado, ensayar la lectura con quien lee despacio para que pueda leerla con éxito, buscar ideas para no poner techo a quienes van más allá de lo que las paredes de la escuela le dan, entender a quienes son creativos y no se ajustan a propuestas cerradas, organizar materiales diferentes para grupos diferentes porque no todos demandan lo mismo...
¿Y a todo eso que nota le ponemos?







AUTORA: Paqui Loli Tellado
ILUSTRADOR: José Ángel Jáimez