martes, junio 22, 2021

Me niego a decir adios




No encuentro palabras a esta sensación tan grande, tan inmensa de agradecimiento. No paro de decir que soy una mujer afortunada, que la vida me ha regalado la suerte de tener un cierto imán para que se acerquen a mí las personas más maravillosas, las más divertidas, las más pasionales, las más inquietas, las más "revolucionarias", entendiendo por revolucionarias a todas esas personas que saben que el mundo se puede cambiar desde abajo, siendo modelos de vida y sin miedo a hacer lo correcto aunque no sea lo más cómodo. Os quiero a todas y cada porque que me habéis enseñado a ser mejor persona.

Hoy ha sido mi último día lectivo. Toda una mañana de juegos divertidos. Se me ha roto la cámara del móvil. ¡Hoy tenía que ser!. Pero de repente, no me ha importado, porque ninguna foto logrará recoger lo que yo veía en sus risas, en sus ojos, en sus cuerpos divertidos bailando el baile del sombrero. Con mucha marcha o con mucha timidez. Me prometí no llorar, pero no he podido cumplir mi promesa.
Mañana recogeré de mi mesa dos bandejas llenas de corazones, cartas, dibujos, más corazones, sobres con las formas más insospechadas llenos de nubes o papelajos mal recortados llenos de te quiero seño, eres la mejor seño o  poemas cortitos llenos de rimas hermosas.

El viernes "mis familias" me enviaron mi regalo de despedida a través de una "mamaestra". Un regalo genial que disfrutaré a tope, acompañado del mejor regalo del mundo, de nuevo esa sensación de ser una mujer afortunada, de recibir tanto, tanto, tanto. De nuevo tengo que decir que he sido una suertuda, siempre las he notado cercanas, he podido contar con ellas y creo que hemos tenido esa conexión especial que da saber que compartíamos la responsabilidad de acompañar un camino de vida, de dejar esas piedrecitas blancas en su mano que les ayudaran a no perderse para que  sepan elegir el mejor camino con la seguridad de que siempre nos tendrán cerca.

Después nuestra comida de fin de curso. ¡Yo no quería "fiesta de jubilación" porque en realidad no lo hago hasta el 4 de septiembre y me da "yuyu" celebrar algo antes de que suceda. ¡me lo habían prometido! Así que entenderé que esto de hoy solo ha sido un anticipo y que tendremos que reencontrarmos más allá del verano. Tengo el mejor colegio del mundo. Somos un gran equipo. 
Myriam Nemirovsky decia que en los ojos de las maestras veía si eran capaces de entender "ese modo de hacer" "esa filosofía de la educación" y yo me voy rodeada de esas miradas. Miradas de grandes profesionales que saben que si algo es valioso en el mundo son las niñas y los niños, lo que sienten, lo que aprenden, lo que  quieren, lo que entienden... Grandes profesionales con capacidad de enseñar y aprender, de escuchar, de abrir las puertas del aula al mundo, de dar alas para que sean capaces de los vuelos más altos.

Releo y nada de lo que he escrito hasta ahora es suficiente, mis palabras no son capaces de describir la inmensidad de mis sentimientos, pero hay una que se acerca: 

¡¡¡¡¡¡GRACIAS!!!!!!!