martes, mayo 05, 2015

Un examen específico para estudiar Magisterio


Acabo de ver en Facebook la noticia de que la Comunidad de Madrid hará un examen específico para poder entrar a estudiar magisterio y el debate me daba para mas de un cuadradito de esos que si pones punto y aparte saltan sin que acabes.
Este tipo de noticias ya no sé si me causan risa por lo absurdas o por la impotencia de comprobar día a día que quienes nos gobiernan tienen las neuronas de vacaciones permanentes, por no ser grosera.
Lo primero que pienso es que probablemente yo no aprobaría el examen, pero después me doy cuenta que hay un enlace que te invita a comprobar si podrías entrar o no, a estudiar magisterio y lo compruebo. ¡¡¡¡entraría, aunque no con nota, todo hay que decirlo!!!!!!!!! tengo que decir en mi defensa que lo he rellenado corriendo.
Y ahora sí que me cabreo hasta el grado de respirar hondo para enterrar los insultos en los jugos gástricos y poder seguir pareciendo una persona educada.
¿De verdad alguien piensa que eso acredita para poder estudiar magisterio?
Desde luego coincido con Daniel Sánchez  en la pregunta ¿cultura, qué cultura? ¿no andábamos a vueltas con las competencias? Un alumnado que tiene acabado y aprobado BACHILLER ¿hay que hacerle un examen de "cultura" de 4º de ESO? ¿Y si ese día está de los nervios?
Creo que a quienes tienen esas ideas sí que habría que hacerles un examen de neuronas o directamente enviarles a …, pues eso, que no se a qué, ni a dónde porque donde anduvieran serían unos inútiles.
Personalmente creo que cualquier joven de 18 años que ha cursado bachillerato está capacitado para estudiar magisterio y cualquier otra carrera, otra cosa es que las universidades no den para tanto y haya que hacer una selección y eso podría ser también una lotería y valdría igualmente.
Estudiar magisterio es una cosa y ser docente otra muy distinta.
Pero estudiar medicina y ser médico también son cosas muy distintas.
Queremos los mejores para la docencia ¡¡¡¡¡Empecemos a prepararlos de la mejor manera!!!!!!!
Primero un contacto total con las aulas desde el principio, pero no en cualquier aula y con seguimiento de quienes los tutorizan, no puede ser que yo tenga alumnado en prácticas y no conozca quien es su tutor o tutora de la universidad, lo que les ha pedido y que esa persona no tenga en todo el proceso más noticias mías que una hojita de evaluación final.
Después una formación pedagógica de calidad con la posibilidad de vivir en sus propias aulas los modelos de enseñanza-aprendizaje que la teoría les dice que deben aplicar en los centros, pero para eso necesitamos profesorado universitario que quiera y sepa generar esos procesos en sus clases.
Yo quiero una formación inicial exigente, lo que nos obligaría a ir más atrás y plantearnos cómo elegir un profesorado para las universidades de magisterio realmente cualificado y al que se le exija unos mínimos de calidad en la docencia universitaria.
Yo no permitiría el acceso a la universidad a nadie que no esté dispuesto a conocer de verdad y en contacto real con las aulas lo que pasa en un centro de infantil o primaria y veo poco profesorado universitario acercándose a conocer la realidad del magisterio.
Meterse en un aula con 25 criaturas de 3 años o de 10, no es fácil y nadie puede enseñar cómo “enseñar” si no está en contacto de alguna manera con esa realidad. ¿Puede enseñar a conducir alguien que no ha conducido nunca?
No es empresa fácil elegir a las mejores personas para educar a nuestras criaturas, pero las mejores no son las que mejores notas sacan.
Las mejores deben tener una enorme dosis de paciencia, saber escuchar y tomarse en serio lo que las niñas y niños dicen, quererlos, respetarlos, aún cuando ellos no lo hagan. Dejarles equivocarse y tener la tranquilidad de analizar con ellos sus errores.
Saber compartir con sus familias lo bueno y lo malo, tener cierta flexibilidad en el horario, tener buen humor y disposición a cantar, bailar, hacer teatro, cultivar un huerto o llorar con emoción, cuando sea necesario.
Estar dispuestas a aprender siempre, con el alumnado y también con otras personas adultas.
Creer en la democracia y ejercerla en el aula, dar explicaciones, organizar grupos, atender a varias cosas a la vez a veces y abstraerse otras para atender solo lo importante.
Ejercer el magisterio es tarea harto complicada, preparar para ella tanto más.
Por eso es tan indignante que alguien piense que se puede reducir a conocer si el agua mineral es o no es una sustancia pura que dan ganas de llorar.
Simplista hasta la ofensa, estúpido hasta el desprecio, insensato hasta el insulto, necio, disparatado, irreflexivo, negligente...
Pues eso.




1 comentario:

Andrea Giráldez dijo...

Se puede decir más alto, pero no más claro.